Coreografiar es el arte de
crear estructuras
en las que se suceden movimientos
que se enlazan.
Literalmente significa “escritura de la danza”.
La persona que realiza coreografías
se llama coreógrafo.
Si decíamos que la ópera era una obra de teatro
cantada, el ballet es una obra de teatro bailada.
Un ballet es una composición musical
destinada a ser representada coreográficamente y que puede constar de una o
varias partes.
El ballet puede, sencillamente, desarrollar una
acción plásticorítmica o bien escenificar un argumento por medio de la danza
que, a su vez, se fusiona estrechamente con la música.
Aunque sus inicios se dieron en Italia, el establecimiento
real del ballet en la forma en que lo conocemos tuvo lugar en Francia.
El Ballet gozó de mucha importancia en la Francia
del siglo xv y fue protegido por la Corte que, a veces, participaba en él de
forma activa para potenciarlo. De ahí nacieron los Ballets de la Corte, que
eran representaciones suntuosas con argumentos mitológicos, políticos y
satíricos.
Una de las obras más populares de este estilo fue
el Ballet comique de la Reine (1581), una representación coreográfica,
dramática, musical y escénica con un prólogo, dos partes y un gran ballet
final. Se lo considera el punto de partida de la historia del Ballet.
Estos ballets de la Corte llegaron a su punto culminante
con Jean Baptiste Lully (1632 - 1687), que los introdujo dentro de la
ópera francesa. Más adelante Jean Philippe Rameau (1683-1764) crearía la ópera
ballet, en la que la danza tiene el papel principal
y la par te dramática una función secundaria.
La práctica de incluir ballet en las óperas se fue
generalizando y extendiendo por toda Europa. La Gran ópera francesa del siglo
xix continuaba teniendo el ballet como parte esencial y esto obligó a
compositores como Verdi o Wagner a añadirlo en sus óperas cuando se estrenaban
en París.
Durante el Romanticismo se produjo una auténtica
revolución en el ballet. En 1832 la bailarina Marie Taglioni (1804-1884)
interpretó el papel principal de La sílfide, actuación con la que se
inició la etapa romántica del ballet. Con esta interpretación, se convirtió en
la primera bailarina que bailó en pointe, es decir, sobre las puntas de los
pies. También introdujo el tutú (falda confeccionada con capas de tul superpuestas
que llegaba hasta el tobillo) y el corpiño ajustado, que se convirtió en el
vestido clásico del ballet del siglo XIX.
Marie Taglioni creó un estilo delicado y etéreo que
se caracterizaba por los saltos flotantes y las posturas balanceadas como la arabesque.
El ballet romántico convirtió a la bailarina en protagonista absoluta de la
escena. En La sílfide (1832) o en Giselle (1849) el bailarín
masculino tan sólo acompaña el conjunto, sin protagonismo.
Esta etapa fue un preludio para la gran obra de Marius
Petipa (1818-1910), maestro del ballet, coreógrafo y bailarín francés que
influyó en el desarrollo del género. El arte de Petipa era de un gran rigor técnico
y un importante sentido de la elegancia que re- huía el virtuosismo y la
espectacularidad.
Petipa, después de ser el primer bailarín del
ballet del Teatro Imperial de San Petersburgo, fue nombrado primer maestro del
mismo sitio. Colaboró muy de cerca con compositores, libretistas y diseñadores,
siempre subordinando la música, el decorado y el argumento a sus coreografías.
Un ejemplo de ballet es La Bella durmiente de Tchaikovsky
ResponderEliminarfer el examen de musica es el miercoles,,,,,,,,,,,,noooooooo
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